miércoles, 25 de julio de 2007

El velatorio de las victimas

En horas de la tarde del 21 de julio de 1972, los cadáveres de la familia Mansilla, fueron trasladados al ex hotel plaza, inmueble fiscal, ubicado en esos años en pleno centro de la ciudad, frente a la plaza de armas. Allí se erigió una capilla mortuoria donde serían velados. Centenares de trabajadores pasaron por la capilla hasta el día de los funerales, mientras militantes comunistas y miembros de la Central Unica de Trabajadores hacían guardia junto a los féretros, mientras que autoridades y dirigentes políticos mostraban su profundo pesar por lo ocurrido.

Diversas instituciones adoptaron acuerdos ante los trágicos eventos. El Partido Radical convino en enviar una representación de su partido “ para presentar las condolencias al partido comunistas y entregar una corona de flores”. En una reunión extraordinaria la Directiva Provincial de la Agrupación Nacional de Empleados Fiscales de la Provincia de Llanquihue ( ANEF) expreso que se haría “ representar en los actos de los funerales y comisionar al presidente ANEF provincial para que hable en su nombre de los empleados fiscales”. Por otra parte el Comité de Unidad Popular de INDAP presento “ sus condolencias al partido comunista a honor de su directiva regional, del cual era militante don Antonio Mansilla”[1]. Posteriormente la Central Unica de Trabajadores local expresaría por la perdida de su integrante Antonio Mansilla en un inserto en el diario “ El Llanquihue” en el día de su exequias, las siguientes palabras:

“ Estuvo en todas partes y nunca puso dificultad a nadie. Honrado, trabajador y un ejemplo de hombre de hogar. Nunca se creó problema para hacerle un servicio al que se lo pidiera. La Central Unica de Trabajadores, además de perder un dirigente, pierde un valor. El lunes, cuando se reúna el consejo de la CUT, ya no estará Antonio Mansilla, pero estará la bandera enlutada que lo representará a él en cada paso que de todo trabajador de esta provincia. Los trabajadores de la provincia exigimos y tenemos confianza en que los criminales serán encontrados por los órganos correspondientes y solicitamos desde ya para ellos, la aplicación del rigor máximo de la ley. Hoy marchamos junto a ti, Antonio, para despedirte en el cementerio y que los trabajadores nunca se olvidarán de tu perdida”[2].

El sábado 22 de julio de 1972 llegarían los expertos de la policía técnica de Santiago. En la mañana se abocarían de inmediato a practicar investigaciones en el sitio del incendio en calle Rengifo, donde perdieron la vida las tres personas. El intendente de Llanquihue Oscar Ramos los acompaño. Se procedió a remover parte de los escombros en procura de encontrar vestigios que pudieran determinar el origen del siniestro. La policía trabajo todo ese día en aquella zona. Igualmente se efectuaron interrogatorios para recabar más antecedentes del incendio, guardando un absoluto silencio de sus resultados.



[1]Diario “ El Llanquihue”, 22 de julio de 1972.

[2] Diario “ El Llanquihue”, 23 de julio de 1972.