miércoles, 25 de julio de 2007

El funeral

Imagen del velatorio de las victimas



A las 16:00 horas del domingo 23 de julio de 1972, partía el cortejo fúnebre con los restos de la familia Mansilla desde el ex hotel Plaza. Una multitud de acongojados puertomontinos los acompañaba. Los féretros fueron trasportados en cureñas cubiertas de flores, conducidas por militantes del partido comunista. Jóvenes de esta colectividad, perfectamente uniformados, escoltaron el cortejo gritando consignas, rodeados por numerosas banderas rojas y estandartes de las colectividades de la Unidad Popular. Entre los que iban acompañando el funeral estaban el intendente Oscar Ramos, los dirigentes nacionales y locales comunistas, directivos de la UP y de la CUT.

En su recorrido la columna fúnebre se detuvo frente a los escombros de la sede del PC en calle Rengifo, haciendo un minuto de silencio por las victimas. Al pasar frente al local de la Central Unica de Trabajadores, se repitió la escena, como homenaje a Antonio Mansilla.

Después de cruzar el centro de la ciudad lentamente el cortejo penetro en el cementerio general. En este camposanto, sobre la marquesina de nichos en construcción, se ubicaron el obispo de Puerto Montt, Monseñor Jorge Hourton; el senador y representante del comité central del partido comunista Jorge Montes; los diputados socialistas Luis Espinoza y Hernán Olave, dirigentes locales de la Unidad Popular y de la Central Unica de Trabajadores.

El primero en hablar en el cementerio fue Moseñor Hourton. A nombre de la iglesia católica se refirió a la solidaridad que une a los hombres ante la desgracia, rompiendo las barreras entre creyentes y no creyentes. Inmediatamente imploro la misericordia de Dios para la familia Mansilla.

Posteriormente hicieron uso de la palabra Reinaldo Martínez, dirigente de la CUT; Raúl Sepúlveda, a nombre del comité regional del partido comunista; el diputado Luis Espinoza, a nombre del comité central del partido socialista; Antonio Ruiz, en representación del comité político de la Unidad Popular provincial; Dagoberto Schencke, del partido radical y el senador Jorge Montes en representación del comité central del partido comunista. Estos oradores destacaron la trayectoria de dirigente sindical y militante comunista de Antonio Mansilla. Al mismo tiempo reiteraron las denuncias en el sentido de calificar de atentado criminal el incendio en que pereció la familia Mansilla. Jorge Montes, senador del PC dijo que “ no pasarán muchos días antes que los culpables sean aprendidos”, enfatizando que los antecedentes que obran en su poder indicaban que el siniestro no fue casual.

Finalmente, mientras los presentes entonaban “ La internacional”[1] , las tres urnas fueron depositadas en los nichos para su descanso eterno.

El proceso criminal continuo. En su informe bomberos no pudo determinar la causa del incendio[2]. La policía de investigaciones de Santiago determino, se cuenta, que fue intencional el siniestro y que en la puerta del local del PC se empleo un material inflamable para iniciar el incendio. A comienzos del régimen militar en 1973 fue sobreseído la causa, sin encontrar los responsables de esta tragedia.

Sombras en Puerto Montt. No se puede construir una verdadera historia de la ciudad, sin considerar todos sus procesos sociales. La violencia política, es la acción de un discurso de orden, para establecer el escenario social que desee, en que el relato ideológico penetre el espacio publico, dividiendo y clasificando la sociedad. Toda la información, conduce a pensar que el incendio de la sede del PC fue provocado. No hay nada que haga creer que fue un infortunado accidente. Lo que si uno puede afirmar es que en el proceso criminal, no se llevaron acabo todas las dirigencias esperadas, por ejemplo nunca se entrevisto a Juan Fernando Arias, sobreviviente del incendio, profundamente acreditado por la prensa de la época. Fue ¿ Patria y Libertad? , sus agresiones anteriores contra los comunistas lo señalan como el principal sospechoso. Esta organización de extrema derecha tenia la capacidad y los motivos ideológicos para atacar la sede PC. Su política de miedo y desestabilización de la Unidad Popular, eliminando al enemigo político del espacio físico de la urbe, invadiendo con su presencia las calles cuadran con esa intención. Aquella que haría brotar el horror el 11 de septiembre de 1973, con la dictadura militar y la imposición del modelo económico neoliberal en el país.

Pero que nos dice también este incendio. Nos habla, de las forma de organización y división del espacio social de una de las expresiones históricas de los intereses de la clase obrera puertomontina, como es el caso del partido comunista. Detrás de ese escenario, hay fenómenos sociales de fondo, la proletarización que vive el campesinado que emigra a la ciudad en aquellos años y que va asimilando las formas de vida de la ciudad y crea una conciencia de resistencia, organizándose para crear un discurso desde las bases sociales, lejanas a las relaciones de la dirigencia política de izquierda con su coqueteo con las estructuras políticas burguesas que desean cambiarlas adhiriendo al proyecto antiimperialista y de lucha para una economía nacional no dependiente del capital extranjero que significaba la UP. El proletario se quedara en la ciudad. Más tarde sufrirá la violencia organizada desde el poder militar, participara en la ilusión del ritual electoral donde marcara el nombre de los lideres, sin participar del poder y terminara recorriendo el mall ya no unido con otros, sino disperso, en su trabajo, devorando las ilusiones que el mercado programa. Sin embargo, no abandonara la ciudad por que es parte de él.

Antonio Mansilla esta atrapado en la memoria. Su lucha sigue. Aquella que busca el poder popular, marcadas con los nombres trasparencia, participación, igualdad y verdad.

Fin del estudio


[1] Internacional: himno internacional de la clase obrera y de los partidos comunistas del mundo. El texto fue escrito por el poeta comunero francés E. Pottier en 1871, publicado en 1887, y la música se debe al compositor francés P. Degeyter en 1888. Fue interpretado por primera vez en 1888 por obreros de Lille en Francia. Breve diccionario político, editorial progreso, Moscú, URSS, 1980, p.243.

[2] No se puede dejar de apuntar que muchos testigos de los sucesos afirmen que entre los bomberos habían muchos elementos de Patria y Libertad.