miércoles, 25 de julio de 2007

La noche del incendio


bomberos trabajando en la extinción del incendio de la sede PC de Puerto Montt


A las 20 :45 horas de ese frió día de julio de 1972, dentro de la sede del PC se efectuaba una reunión de organización. Juan Fernando Arias Espinoza, funcionario del partido comunista, se sumo a esta junta partidaria poco después. Venia de recorrer Casma y Frutillar, atendiendo las celulas del campo, que estaban en los asentamientos producido por el proceso de reforma agraria, que en ese tiempo sumaban en la Provincia de Llanquihue cerca de 100 predios ocupados[1]. La preocupación de los comunistas, además del proceso que se estaba llevando en el agro, se centraban en el avance de las acciones desestabilizadoras de los opositores al gobierno de la Unidad Popular, reflejada en los paros y manifestaciones propiciadas por sus dos fuerza políticas principales; el Partido Nacional y la Democracia Cristiana, que se sumaba al desabastecimiento, propiciado por los comerciantes que a acaparaban productos para venderlo al mercado negro.

Las actividades en el local de esta colectividad de izquierda eran intensas en aquellos días. Desde las 8:00 de la mañana hasta altas horas de la madrugada podían durar los trabajos que se hacían allí, incluso los domingos y festivos siempre estaba alguien haciendo alguna tarea partidaria. El trabajo de tipo sindical era lo principal que se realizaba. Mientras la música fluida por toda esta construcción, producida por los instrumentos y las voces de los miembros de las juventudes comunistas.

Por otro lado, los hermanos Juan y Wladimir Wistuba Alvarez de 14 y 15 años respectivamente, domiciliados en Conchali y Heriberto Halterhoff de 17 años de las Condes, estudiantes y militantes comunistas[2], que habían venido desde Santiago, para disfrutar sus vacaciones de invierno en el sur de Chile[3], llegando hasta Puerto Montt, que fue el lugar que les alcanzo sus recursos, y pidieron alojamiento en la sede mostrando su carnet de militante. Ellos estaban en el tercer piso, acomodando las colchonetas, que Juan Fernando Arias les había pasado, antes de salir a comer cerca de las 10 de la noche cuando la reunión de organización termino. Estos jóvenes estaban tan cansados que lo único que hicieron fue disponerse a dormir.

A las 11 de la noche Juan Fernando Arias llego de vuelta al local. En ese momento estaban durmiendo en el tercer piso, los militantes comunistas de Santiago y Juan Altamirano que era encargado sindical comunista[4]. En el segundo piso, se encontraban en la cocina Antonio Mansilla Muñoz, su esposa Cecilia Mansilla Téllez y su hijita Gladys de 9 años[5]. Arias entro a la cocina a compartir un café con la familia, hacia días no los veía y era una buena oportunidad para conversar[6].

José Antonio Mansilla Muñoz nació en Castro[7], el 5 de junio de 1911[8] . Cuando vino a Puerto Montt en 1962, estaba en Cochamó. Fue obrero agrícola y trabajo en la construcción[9], en esos días se hallaba jubilado. Estudio hasta enseñanza básica, eso no le impidió que fuera un autodidacta, lo que le permitía desenvolverse bien en cualquier tema. Como militante comunista ejerció las labores de encargado agrario y sindical, recibiendo por su destacado trabajo la medalla “Luis Emilio Recabarren ”, también era un activo integrante de la Central Unica de Trabajadores, donde ocupaba el cargo de secretario de conflictos de la CUT[10], lo que le permitió tener un profundo conocimiento del movimiento sindical obrero y campesino. En las concentraciones políticas hacia uso de la palabra, siendo un buen orador. Era un hombre trabajador, humilde y con un buen sentido del humor, según gente que lo conoció. Por su labor política y sindical, vivía en la sede del PC, que estaba a su cuidado.

Cecilia Mansilla Téllez, era una persona del campo, venia a visitar a su esposo periódicamente con su hijita. Era de Río Puelo. Cocinaba para su familia, siendo una persona amable con la gente que llegaba a la sede.

Al hervir el agua, la esposa de Mansilla, corto el gas de la cocina. A medianoche, terminaron de conversar y tomar café los que estaban en ese lugar. Antonio Mansilla y su familia se retiraron a dormir en el tercer piso a su dormitorio. Arias permaneció en el segundo piso, en la oficina de organización del PC. Prendió un calentador a gas para combatir el frío reinante, que se encontraba cerca del escritorio que miraba a la pared de esa pieza. Comenzó a teclear rápidamente las teclas de la maquina de escribir, haciendo el informe para su partido del trabajo que estaba realizando en el campo que era para su comisión de organización. Como a las 2: 30 de la noche del viernes 21 de julio de 1972, el sueño venció a Arias, cayendo dormido sobre el escritorio.

Un extraño olor empezó a penetrar a través de la nariz de Arias, era humo, lo que inmediatamente remeció su cuerpo y lo hizo despertar. Sale de la oficina de organización del partido comunista y ve como las llamas suben por la escalera que conectaba directamente el segundo piso con la calle. El Humo y el fuego ya penetraban con gran velocidad en este inmueble.

Juan Fernando Arias Espinoza, entra de nuevo a la oficina de organización, desconecta el calentador a gas que estaba utilizando, todavía no llegaban las amenazantes llamas a esa parte. Grita desesperadamente, con todas sus fuerzas para que sus compañeros de izquierdas y amigos que dormían en el tercer piso salgan ante el peligro que estaba acechándolos. No había tiempo, el fuego avanzaba velozmente por esa vivienda. Arias corrió a la cocina donde existía una ventana que daba al patio. Salto, cayendo a ese sitio. No pensando en nada, escalo la muralla que daba al servicentro COPEC. Estaba agotado por el esfuerzo. En la cima de la muralla casi se va de espalda por el cansancio. Grita de nuevo, una persona que atendía el servicentro escucha su voz y se acerca. “¿ Que es lo que pasa ? ” le pregunta a Arias, y el le responde “ no están quemando ” Le dice. El hombre del servicentro le expresa que lo ayudaría, pero el militante comunista le pide que rápidamente llamara a los bomberos por que “ no están quemando la casa” le dijo con dolor.

La alarma de incendio suena en la ciudad a las 4:05 de la madrugada, indicando como lugar amagado la manzana comprendida entre las calles Rengifo, San Martín, Benavente y Rancagua[11]. El hombre del servicentro y Arias, se dirigieron al frente de la sede del PC, por calle Rengifo, allí vieron impotentes como en el tercer piso colgada en la cornisa de una ventana, Juan Altamirano encargado sindical del PC, mientras las llamas arrasaban con la sede de esta colectividad de izquierda y ya envolvía a los inmuebles de calle Rengifo y San Martín.

El primer carro de bombero que llego era un alivio para Arias, debido a que la espera le había parecido una eternidad. Sin embargo, sorprendido se dio cuenta que venia el puro conductor del carro. Le pregunto si tenía una escalera, diciéndole que no, solo llevaba una lona, que lo extendió con él y un hombre que paso por la calle al que pidieron que les ayudara. Se acercaron lo más cerca de Altamirano, que se tiro hacia la lona. Lamentablemente al hombre que les estaba ayudando, no sostuvo bien la lona por lo que Altamirano golpeo en la calle, quedando inconsciente y sufriendo graves lesiones, lo que obligaba a hospitalizarlo en el centro asistencial regional. Partiendo Arias, con el herido arriba del carro de bombero que salió rápidamente al hospital.

Por otra parte los hermanos Juan y Wladimir Wistuba Alvarez y Heriberto Halterhoff despertaron cuando el fuego alcanzaba gran incremento, arrancaron del tercer piso escapando en arriesgada maniobra por los techos de las casas vecinas, rompieron una puerta de una casa próxima a la sede del PC y se tiraron hacia calle San Martín. Más tarde se acercarían a contarle lo que ocurría al prefecto de carabineros coronel Eduardo Corrales y el mayor Caupolicán Arcos, que llegaron con fuerzas policiales al lugar del siniestro[12].

Los efectivos bomberiles que empezaron a llegar masivamente, vieron como la voracidad del siniestro arrasaba con el inmueble donde funcionaba el partido comunista y se propagaba a las propiedades colindantes alimentado por el implacable viento que soplaba con fuerza a esas horas de la noche. La comandancia local de bomberos se vio obligado a solicitar la concurrencia de dos carros de Puerto Varas para cooperar en las faenas, ya que existía el riesgo inminente que las llamas se propagara al servicentro COPEC lo que podría haber provocado una tragedia de incalculables consecuencias.

Balones de gas licuado y combustible estallaron lo que incrementaba aún más la potencia del fuego. A las 4: 30 de la madrugada en medio de la lucha entre las llamas y el agua que era lanzada por los bomberos con sus mangueras, caen los frágiles muros de madera y zinc que constituían los inmuebles de calle Rengifo y San Martín. Así los bomberos se concentran en evitar la propagación del siniestro, hasta las 7:00 de la mañana. Cuando la situación esta más controlada, hacen turnos alternativos, para apagar totalmente el incendio lo que logran recién a las 13 : 00 horas. En estas tareas resultaron varios voluntarios lesionados, uno de los cuales Iván Klocker, quedo hospitalizado con una luxación a una cadera[13].


[1] Sánchez V., César A. “ Pto. Montt en 1972”, diario “ El Llanquihue”, 25 de agosto de 1994.

[2] Diario “ El Llanquihue ”, 22 de julio de 1972.

[3] El ministerio de educación dispuso el inicio de las vacaciones de invierno entre el 10 de julio hasta el 24 de julio de 1972, donde se reanudarían las clases en los establecimientos de enseñanza fiscal como particular ( diario “ El Llanquihue”, 5 de julio de 1972 ).

[4] Juan Altamirano era encargado sindical del partido comunista de Puerto Montt. Era de Coyhaique y de allí partió a Santiago. El comité central de la colectividad de izquierda lo mando a Puerto Montt para cooperar en el trabajo político desarrollado en la ciudad.

[5] Gladys, la Hija de Antonio Mansilla y Cecilia Mansilla Téllez fue adoptada.

[6] Entrevistas con Juan Fernando Arias Espinoza, 24 de mayo y 22 de septiembre del 2005.

[7] Expediente rol 810 de 1972 del Segundo Juzgado de Letras de Puerto Montt, archivo judicial conservador, Puerto Montt. Estos archivos, son difíciles de analizar, ya que el libro de registro de los procesos del Segundo Jusgado de letras de Puerto Montt, anterior a 1973 tiene pocos detalles , presentándose muchas generalidades en las materias del registro , diciéndose por ejemplo incendio, sin entregar más detalle, por que se registra el proceso cuanto llegaba para ser archivado, no entregando antecedentes de cuando comenzó y termino este. Igualmente muchas veces no sale en el registro el afectado o querellante del delito, solo sale como denunciante carabinero o la terminología judicial de “oficio”.

[8] Certificado de Defunción, Servicio de registro civil e identificación, fecha emisión, 4 de octubre del 2005.

[9] Entrevista con Hugo Ocampo 27 de septiembre del 2005.

[10] Diario “ El Llanquihue”, 23 de julio de 1972.

[11] Diario “ El Llanquihue” 22 de julio de 1972.

[12] Diario “ El Llanquihue”, 22 de julio de 1972.

[13] Idem.