miércoles, 25 de julio de 2007

El incendio de la sede del partido comunista de 1972: Un caso de violencia política en Puerto Montt



Vista de la sede comunista de Puerto Montt, la primera imagen es de fines de la decada de 1940 y la de abajo previa al incendio de 1972





Wladimir Soto Cárcamo, antropólogo, magister en ciencias sociales.

Versión actualizada de la Ponencia presentada el 30 de noviembre del 2005, con motivo del III congreso de historia de Puerto Montt realizado en la Universidad San Sebastián.


Es el jueves 20 de julio de 1972. La noche ha caído sobre los 62.726 habitantes de Puerto Montt[1]. A esas horas, predominada en el ambiente, un intenso frío y el fuerte viento[2]. En pleno centro de esta ciudad, en la calle Rengifo N 417[3], se encuentra la sede del partido comunista local. La casa ocupada por dicha colectividad política tiene una larga historia, existen fotos del inmueble desde 1904. En una postal fechada por correos en enero de 1905, se alcanza a ver una parte del techo de la vivienda y su mirador en el extremo izquierdo. En una de las primeras postales coloreadas de esta urbe hecha por E. Mora del año 1909, sale en la imagen esta gran casa con elementos chilotes y alemanes, pintada de color amarillo su fachada y de techo rojizo. En una tercera imagen de alrededor 1925-1928 desde calle Rengifo se aprecia que tiene tres pisos. En una foto cerca del año 1933-1935 se percibe como “la parroquia” nombre que recibía esta casa por su grandes dimensiones, mantenía sus características iniciales, brillando por los rayos de sol que recorrían su figura[4].

En la década de 1960 el inmueble que se extendía entre Rengifo con San Martín pertenecía a Roberto Ruiz Villegas, este decide venderlo. Divide la propiedad entregando una mitad al notario Rene Ramírez Molina y la otra la traspasa al PC[5]. El 22 de agosto de 1966 el partido comunista de Puerto Montt adquiere el inmueble de calle Rengifo. Desde comienzos del siglo XX esta colectividad de izquierda ha participado en el ambiente político de la ciudad[6].

El primer piso del edificio del Partido comunista, no habitaba nadie en aquella época[7], tenia una puerta de entrada por calle Rengifo, se guardaban pinturas, habían algunos libros y papeles de apuntes tirado en el suelo, era el único acceso al patio chico, donde colgaban unos cordeles para colgar ropa. Al lado de la puerta del primer piso, existía otra puerta, la cual permitía introducirse en forma directa, a una escalera que comunicaba hacia el segundo piso. En este espacio se concentraba la vida política de los comunistas. Al entrar se encontraba el visitante con un hall, la sala de reunión de los cuadros agrarios y sindicales, una habitación para reuniones varias, una oficina de organización del partido que estaba al lado de la cocina, una sala para las juventudes de esta colectividad, una pieza para el trabajo de propaganda[8] y un baño para las necesidades tan humanas. Por una escalera se llegaba al tercer piso, donde estaba el dormitorio de la persona encargada de cuidar el local y una sala grande con colchonetas para que los visitantes pudieran dormir.


[1] Nazer A., Ricardo; Camus G., Pablo, “ población de ciudades y pueblos de Chile 1854-1992” en revista electrónica de historia “ pensamiento critico”, Santiago, Chile, documento en línea , formato Microsoft excel, disponible en www.pensamientocritico.cl , fecha de revisión en el 15 de agosto del 2005.

[2] Se debe recordar que en esos días se produjo un hecho particular en el clima. En la madrugada del miércoles 19 de julio de 1972, ocurrió una intensa nevazón desde Osorno al sur, que se prolongo por cerca de 6 horas consecutivas, hecho que no se había visto en la zona desde 1965. En Puerto Montt, salvo en lugares del alto de la ciudad, en la mañana quedaban pocos vestigios de la nevada. ( Diario “ El Llanquihue ”, 20 de julio de 1972 ).

[3] Actualmente la actual sede del PC, donde estaba la propiedad comunista incendiada tiene como numero Rengifo 415.

[4] Agradezco a Alejandro Torres, miembro del CEPCH y coleccionista de fotografías antiguas de Puerto Montt por toda la ayuda proporcionada en la búsqueda de imágenes del inmueble del PC de Puerto Montt.

[5] PC: partido comunista.

[6] La inscripción de dominio de esta propiedad de la sede del partido comunista de Rengifo n 417, esta inscrita a nombre del PC, rolaba a foja 233 bajo el numero 322 bajo el registro de propiedad de 1966 del conservador de bienes raíces de Puerto Montt.

[7] En 1966 , el primer piso de la sede del PC de Puerto Montt fue ocupo por un breve tiempo por el matrimonio de apellido Mansilla, que se encargo del cuidado de esta propiedad que no tienen ningún vinculo con el señor Antonio Mansilla Muñoz que ocuparía este lugar.

[8] Por las características de la investigación se a recurrido al testimonio de testigo de los hechos. Para esto se a utilizado como metodología de trabajo entrevista no estructuradas. Para la verificación de la fuente, se a cotejado su testimonio, con los antecedentes obtenidos principalmente de el diario “ El Llanquihue ” único medio local de la época, para ver si figura allí su nombre o a proporcionado algún dato al medio y la comparación de su testimonio con otros . Igualmente se reviso en tribunales los antecedentes que se disponían, pero fueron muy escasos, además de fotografía de la época, para ir haciendo verificaciones de la calidad de la fuente en comparación con la documentación obtenida.

La noche del incendio


bomberos trabajando en la extinción del incendio de la sede PC de Puerto Montt


A las 20 :45 horas de ese frió día de julio de 1972, dentro de la sede del PC se efectuaba una reunión de organización. Juan Fernando Arias Espinoza, funcionario del partido comunista, se sumo a esta junta partidaria poco después. Venia de recorrer Casma y Frutillar, atendiendo las celulas del campo, que estaban en los asentamientos producido por el proceso de reforma agraria, que en ese tiempo sumaban en la Provincia de Llanquihue cerca de 100 predios ocupados[1]. La preocupación de los comunistas, además del proceso que se estaba llevando en el agro, se centraban en el avance de las acciones desestabilizadoras de los opositores al gobierno de la Unidad Popular, reflejada en los paros y manifestaciones propiciadas por sus dos fuerza políticas principales; el Partido Nacional y la Democracia Cristiana, que se sumaba al desabastecimiento, propiciado por los comerciantes que a acaparaban productos para venderlo al mercado negro.

Las actividades en el local de esta colectividad de izquierda eran intensas en aquellos días. Desde las 8:00 de la mañana hasta altas horas de la madrugada podían durar los trabajos que se hacían allí, incluso los domingos y festivos siempre estaba alguien haciendo alguna tarea partidaria. El trabajo de tipo sindical era lo principal que se realizaba. Mientras la música fluida por toda esta construcción, producida por los instrumentos y las voces de los miembros de las juventudes comunistas.

Por otro lado, los hermanos Juan y Wladimir Wistuba Alvarez de 14 y 15 años respectivamente, domiciliados en Conchali y Heriberto Halterhoff de 17 años de las Condes, estudiantes y militantes comunistas[2], que habían venido desde Santiago, para disfrutar sus vacaciones de invierno en el sur de Chile[3], llegando hasta Puerto Montt, que fue el lugar que les alcanzo sus recursos, y pidieron alojamiento en la sede mostrando su carnet de militante. Ellos estaban en el tercer piso, acomodando las colchonetas, que Juan Fernando Arias les había pasado, antes de salir a comer cerca de las 10 de la noche cuando la reunión de organización termino. Estos jóvenes estaban tan cansados que lo único que hicieron fue disponerse a dormir.

A las 11 de la noche Juan Fernando Arias llego de vuelta al local. En ese momento estaban durmiendo en el tercer piso, los militantes comunistas de Santiago y Juan Altamirano que era encargado sindical comunista[4]. En el segundo piso, se encontraban en la cocina Antonio Mansilla Muñoz, su esposa Cecilia Mansilla Téllez y su hijita Gladys de 9 años[5]. Arias entro a la cocina a compartir un café con la familia, hacia días no los veía y era una buena oportunidad para conversar[6].

José Antonio Mansilla Muñoz nació en Castro[7], el 5 de junio de 1911[8] . Cuando vino a Puerto Montt en 1962, estaba en Cochamó. Fue obrero agrícola y trabajo en la construcción[9], en esos días se hallaba jubilado. Estudio hasta enseñanza básica, eso no le impidió que fuera un autodidacta, lo que le permitía desenvolverse bien en cualquier tema. Como militante comunista ejerció las labores de encargado agrario y sindical, recibiendo por su destacado trabajo la medalla “Luis Emilio Recabarren ”, también era un activo integrante de la Central Unica de Trabajadores, donde ocupaba el cargo de secretario de conflictos de la CUT[10], lo que le permitió tener un profundo conocimiento del movimiento sindical obrero y campesino. En las concentraciones políticas hacia uso de la palabra, siendo un buen orador. Era un hombre trabajador, humilde y con un buen sentido del humor, según gente que lo conoció. Por su labor política y sindical, vivía en la sede del PC, que estaba a su cuidado.

Cecilia Mansilla Téllez, era una persona del campo, venia a visitar a su esposo periódicamente con su hijita. Era de Río Puelo. Cocinaba para su familia, siendo una persona amable con la gente que llegaba a la sede.

Al hervir el agua, la esposa de Mansilla, corto el gas de la cocina. A medianoche, terminaron de conversar y tomar café los que estaban en ese lugar. Antonio Mansilla y su familia se retiraron a dormir en el tercer piso a su dormitorio. Arias permaneció en el segundo piso, en la oficina de organización del PC. Prendió un calentador a gas para combatir el frío reinante, que se encontraba cerca del escritorio que miraba a la pared de esa pieza. Comenzó a teclear rápidamente las teclas de la maquina de escribir, haciendo el informe para su partido del trabajo que estaba realizando en el campo que era para su comisión de organización. Como a las 2: 30 de la noche del viernes 21 de julio de 1972, el sueño venció a Arias, cayendo dormido sobre el escritorio.

Un extraño olor empezó a penetrar a través de la nariz de Arias, era humo, lo que inmediatamente remeció su cuerpo y lo hizo despertar. Sale de la oficina de organización del partido comunista y ve como las llamas suben por la escalera que conectaba directamente el segundo piso con la calle. El Humo y el fuego ya penetraban con gran velocidad en este inmueble.

Juan Fernando Arias Espinoza, entra de nuevo a la oficina de organización, desconecta el calentador a gas que estaba utilizando, todavía no llegaban las amenazantes llamas a esa parte. Grita desesperadamente, con todas sus fuerzas para que sus compañeros de izquierdas y amigos que dormían en el tercer piso salgan ante el peligro que estaba acechándolos. No había tiempo, el fuego avanzaba velozmente por esa vivienda. Arias corrió a la cocina donde existía una ventana que daba al patio. Salto, cayendo a ese sitio. No pensando en nada, escalo la muralla que daba al servicentro COPEC. Estaba agotado por el esfuerzo. En la cima de la muralla casi se va de espalda por el cansancio. Grita de nuevo, una persona que atendía el servicentro escucha su voz y se acerca. “¿ Que es lo que pasa ? ” le pregunta a Arias, y el le responde “ no están quemando ” Le dice. El hombre del servicentro le expresa que lo ayudaría, pero el militante comunista le pide que rápidamente llamara a los bomberos por que “ no están quemando la casa” le dijo con dolor.

La alarma de incendio suena en la ciudad a las 4:05 de la madrugada, indicando como lugar amagado la manzana comprendida entre las calles Rengifo, San Martín, Benavente y Rancagua[11]. El hombre del servicentro y Arias, se dirigieron al frente de la sede del PC, por calle Rengifo, allí vieron impotentes como en el tercer piso colgada en la cornisa de una ventana, Juan Altamirano encargado sindical del PC, mientras las llamas arrasaban con la sede de esta colectividad de izquierda y ya envolvía a los inmuebles de calle Rengifo y San Martín.

El primer carro de bombero que llego era un alivio para Arias, debido a que la espera le había parecido una eternidad. Sin embargo, sorprendido se dio cuenta que venia el puro conductor del carro. Le pregunto si tenía una escalera, diciéndole que no, solo llevaba una lona, que lo extendió con él y un hombre que paso por la calle al que pidieron que les ayudara. Se acercaron lo más cerca de Altamirano, que se tiro hacia la lona. Lamentablemente al hombre que les estaba ayudando, no sostuvo bien la lona por lo que Altamirano golpeo en la calle, quedando inconsciente y sufriendo graves lesiones, lo que obligaba a hospitalizarlo en el centro asistencial regional. Partiendo Arias, con el herido arriba del carro de bombero que salió rápidamente al hospital.

Por otra parte los hermanos Juan y Wladimir Wistuba Alvarez y Heriberto Halterhoff despertaron cuando el fuego alcanzaba gran incremento, arrancaron del tercer piso escapando en arriesgada maniobra por los techos de las casas vecinas, rompieron una puerta de una casa próxima a la sede del PC y se tiraron hacia calle San Martín. Más tarde se acercarían a contarle lo que ocurría al prefecto de carabineros coronel Eduardo Corrales y el mayor Caupolicán Arcos, que llegaron con fuerzas policiales al lugar del siniestro[12].

Los efectivos bomberiles que empezaron a llegar masivamente, vieron como la voracidad del siniestro arrasaba con el inmueble donde funcionaba el partido comunista y se propagaba a las propiedades colindantes alimentado por el implacable viento que soplaba con fuerza a esas horas de la noche. La comandancia local de bomberos se vio obligado a solicitar la concurrencia de dos carros de Puerto Varas para cooperar en las faenas, ya que existía el riesgo inminente que las llamas se propagara al servicentro COPEC lo que podría haber provocado una tragedia de incalculables consecuencias.

Balones de gas licuado y combustible estallaron lo que incrementaba aún más la potencia del fuego. A las 4: 30 de la madrugada en medio de la lucha entre las llamas y el agua que era lanzada por los bomberos con sus mangueras, caen los frágiles muros de madera y zinc que constituían los inmuebles de calle Rengifo y San Martín. Así los bomberos se concentran en evitar la propagación del siniestro, hasta las 7:00 de la mañana. Cuando la situación esta más controlada, hacen turnos alternativos, para apagar totalmente el incendio lo que logran recién a las 13 : 00 horas. En estas tareas resultaron varios voluntarios lesionados, uno de los cuales Iván Klocker, quedo hospitalizado con una luxación a una cadera[13].


[1] Sánchez V., César A. “ Pto. Montt en 1972”, diario “ El Llanquihue”, 25 de agosto de 1994.

[2] Diario “ El Llanquihue ”, 22 de julio de 1972.

[3] El ministerio de educación dispuso el inicio de las vacaciones de invierno entre el 10 de julio hasta el 24 de julio de 1972, donde se reanudarían las clases en los establecimientos de enseñanza fiscal como particular ( diario “ El Llanquihue”, 5 de julio de 1972 ).

[4] Juan Altamirano era encargado sindical del partido comunista de Puerto Montt. Era de Coyhaique y de allí partió a Santiago. El comité central de la colectividad de izquierda lo mando a Puerto Montt para cooperar en el trabajo político desarrollado en la ciudad.

[5] Gladys, la Hija de Antonio Mansilla y Cecilia Mansilla Téllez fue adoptada.

[6] Entrevistas con Juan Fernando Arias Espinoza, 24 de mayo y 22 de septiembre del 2005.

[7] Expediente rol 810 de 1972 del Segundo Juzgado de Letras de Puerto Montt, archivo judicial conservador, Puerto Montt. Estos archivos, son difíciles de analizar, ya que el libro de registro de los procesos del Segundo Jusgado de letras de Puerto Montt, anterior a 1973 tiene pocos detalles , presentándose muchas generalidades en las materias del registro , diciéndose por ejemplo incendio, sin entregar más detalle, por que se registra el proceso cuanto llegaba para ser archivado, no entregando antecedentes de cuando comenzó y termino este. Igualmente muchas veces no sale en el registro el afectado o querellante del delito, solo sale como denunciante carabinero o la terminología judicial de “oficio”.

[8] Certificado de Defunción, Servicio de registro civil e identificación, fecha emisión, 4 de octubre del 2005.

[9] Entrevista con Hugo Ocampo 27 de septiembre del 2005.

[10] Diario “ El Llanquihue”, 23 de julio de 1972.

[11] Diario “ El Llanquihue” 22 de julio de 1972.

[12] Diario “ El Llanquihue”, 22 de julio de 1972.

[13] Idem.

Ruina y muerte

Imagen del incendio que devora la sede PC de Puerto Montt en 1972


El paisaje era desolador. La sede del partido comunista de Puerto Montt, destruida. Las propiedades cercanas con daños cuantiosos. En la propiedad del notario originario de Temuco, Rene Ramirez Molina, de San Martín 233[1], fueron afectado la oficina del abogado Hugo Ocampo, codex, el salón de peinados orquídea de propiedad de Liliana Gonzalez, Unilibros, además del funcionario de la notaria Uribe, Luis Arellano quien residía con su familia en el lugar y era cuñado del notario Rene Ramirez, perdió todas sus pertenencias[2]. También por calle San Martín sufrió perjuicios la casa de Gonzalo Alvarado, profesor de música del liceo de hombre. Por ultimo, en calle Rengifo, la empresa de pompas fúnebres Krebs, se les desplomo la muralla corta-fuego que separaba su propiedad con el inmueble de los comunistas.

Los bomberos al remover los escombros de la sede del PC encontraron los restos calcinados de Antonio Mansilla, su esposa Cecilia Mansilla Téllez y su hijita Gladys, aumentando la tragedia. Más tarde, Carlos Lemus, el encargado de organización del PC de Puerto Montt, identificaría los cuerpos que estaban abrazados. El certificado de defunción de Antonio Mansilla dice que la causa de muerte fue carbonización, estimándose la hora del deceso a las 4: 00 de la madrugada del 21 de julio de 1972[3] . En la mañana de ese viernes se constituyo en el sitio del incendio el juez del Segundo Juzgado de Letras Edward Langlois, que se encontraba de turno, reuniendo antecedentes de los hechos para iniciar el proceso criminal respectivo. Igualmente estaba carabineros trabajando en el sector, además de investigaciones, que tomaba declaraciones a bomberos sobre el presumible origen de este incendio, esperando la llegada de la policía técnica de Santiago que haría diligencias en el sitio.


[1] La propiedad del notario Rene Ramirez Molina de San Martín 233, que fue destruida por el incendio del 21 de julio de 1972, lo compro la Camara de Comercio de Puerto Montt posterior a estos sucesos. En 1986 esta institución vendió a la funeraria Krebs la propiedad, que en el 2000 la convirtió la funeraria en el velatorio actual.

[2] Los funcionarios de la notaria Uribe, ayudaron a su compañero de labores, Luis Arellano, iniciando una campaña de ayuda para socorrerlo en ese momento tan desgraciado para él ( Diario “ El Llanquihue, 22 de julio de 1972 ).

[3] Certificado de Defunción, Servicio de registro civil e identificación, fecha emisión, 4 de octubre del 2005.

Las repercusiones políticas


José Antonio Mansilla Muñoz, una de las victimas del incendio



A las 11:30 horas en el despacho del intendente de Llanquihue, la comisión política de la unidad popular provincial efectuó una conferencia de prensa. El ánimo no era de los mejores. Se tenía noticias de las muertes. Previamente el encargado de asunto agrario del comité regional del partido comunista había informado a Juan Fernando Arias que venia del hospital después de dejar a Juan Altamirano para ser atendido de sus lesiones del incendio, del fallecimiento de la familia Mansilla, produciéndole un profundo dolor.

Los personeros políticos dijeron a los periodistas, en conferencia de prensa que los antecedentes que tenían les permitían afirmar que hubo manos criminales en el incendio de la madrugada. Raúl Sepúlveda, secretario regional del partido comunista, luego de señal que antes hubo dos atentados contra el local de su colectividad dijo:

“ Todos los antecedentes hacen suponer que se trata de una acción criminal que la opinión publica y especialmente los trabajadores deben calificar”[1].

Los directivos de la UP, recordaron el atentado del sábado 5 de diciembre de 1970, en la sede de la UP que estaba ubicada en Urmeneta 536 ( actual galería Ohiggins) denominada la Casa del pueblo que ardió a las tres de la madrugada de ese día[2]. Antonio Ruiz, dirigente socialista afirmo que el incendio a la sede PC “es un hecho meditado y muy bien realizado”, explicando que hay intenciones de crear intranquilidad y que los últimos días se han pintado en diversos inmuebles de la ciudad la “ araña negra” del movimiento de extrema derecha Patria y libertad. Por otra parte el Intendente de Llanquihue, Oscar Ramos[3] expreso que había planteado a las jefaturas de carabineros e investigaciones la necesidad de actuar con la máxima rapidez en las diligencias que llevaran a aclarar el incendio. Aunque recalco que tenía información sobre la posibilidad de un atentado, “ como primera autoridad de la provincia no puedo afirmar rotundamente que hubo atentado” enfatizo el intendente, pero añadió que se haría una amplia investigación, diciendo que existían declaraciones y antecedentes para creer en la intervención de manos extrañas. Finalmente intervinieron José Vargas, dirigente del Mapu; Hugo Acuña, directivo del partido radical y Sergio Diaz de la izquierda cristiana. Todos coincidieron en repudiar el atentado y expresaron su solidaridad con los comunistas. No había duda entre el comité regional comunista como en la juventudes de esta colectividad de izquierda en calificar el hecho de intencional y centrar sus miradas en el grupo Patria y Libertad.

El movimiento de extrema derecha Patria y Libertad, emergió a la vida publica el 10 de septiembre de 1970, seis días después de la victoria electoral de la Unidad Popular. Creado por el abogado Pablo Rodríguez Grez y estrechamente vinculado desde su fundación al Partido Nacional ( PN), el partido tradicional de la derecha. Se puso como objetivo esta organización política acabar con el proceso de cambios sociales de la UP que prometía democratizar y reducir las inequidades de la sociedad chilena. Para los militantes de Patria y Libertad se debía defender “ la patria amenazada por el marxismo”. Esto pasaba por formar una “nueva derecha”, que utilizaría como herramienta política la violencia para ocupar el espacio publico con sus acciones. Patria y Libertad nunca reivindicó sus atentados y negó su implicación en acciones violentas de cualquier tipo, aún cuando sus militantes eran condenados por la justicia[4]. Pablo Rodríguez Grez en un discurso del 1 de abril de 1971 expreso el pensamiento de este grupo:

“ Somos anti-marxistas porque es un hecho indiscutible que en este instante la Unidad Popular esta integralmente dominada por el partido comunista, el que nos lleva paulatinamente a la tiranía, a la dictadura del proletariado”[5].

En Puerto Montt, el grupo Patria y Libertad, centraba sus ataques en contra de los comunistas. Golpeaba a miembros de las juventudes de este partido de izquierda, interfería en sus manifestaciones. Vigilaba todas las noches, un auto de su movimiento la sede del PC. Entre tanto, dentro del inmueble del partido comunista, sus militantes recibían llamadas de sujetos que no respondían y cortaban rápidamente la comunicación. Esto llevo a que se redoblara el cuidado de esta sede partidaria por parte de sus integrantes.



[1] Diario “ El Llanquihue”, 22 de julio de 1972.

[2] Sánchez V., César A., “ Los sucesos políticos de 1970”, diario “ El Llanquihue” del 5 de mayo de 1994.

[3] Oscar Orlando Ramos Garrido, fue intendente de Llanquihue e integraba el comité central del partido comunista. Cuando tenia 59 años, estaba casado, con dos hijos fue detenido el día 5 de agosto de 1976 en su domicilio, por agentes de la Dirección de Inteligencia Nacional ( DINA) que trasladó al afectado a “ Villa Grimaldi”, lugar desde el cual se le perdió el rastro. ( Informe de la comisión de verdad y reconciliación, diario La Nación, Santiago, Chile, 6 de marzo de 1991,P.260 ).

[4] Palieraki, Eugenia, “ Las manifestaciones callejeras y la experiencia de la Unidad Popular ( 1970-1973). En revista electrónica de historia “ pensamiento critico” N.3, 2003, Santiago, Chile, documento en línea , formato pdf, disponible en www.pensamientocritico.cl , fecha de revisión en el 15 de agosto del 2005.

[5] Rodríguez Grez, Pablo, Discurso de fundación”, Santiago, Chile, documento en línea , formato pdf , disponible en www.fnpl.tk, fecha de revisión en el 15 de septiembre del 2005.

Antecedentes previos

Plano sede PC de Puerto Montt al momento del incendio



El 11 de julio de 1970, un artefacto incendiario es lanzado en contra de la sede del PC de Rengifo N 417 en la noche[1]. Este guaipe empapado en combustible, que lo prendieron fuego los agresores, queda tirado en la puerta de entrada que comunica directamente al segundo piso de esta sede política[2]. Hecho que se percató el constructor Cupertino Cubillos[3], quien dio la alarma respectiva a gente de una célula comunista que se encontraba en el lugar, pudieron frustrar el atentado y ver los que se encontraban allí, a lo lejos, un auto que identificaron como uno de los utilizados por Patria y Libertad que salió velozmente de esa zona.

El 14 de febrero de 1972, la sede comunista sufre un nuevo atentado. En el expediente rol 810 del Segundo Juzgado de Letras de Puerto Montt, proceso investigado por Edward Langlois que fue abierto el 15 de febrero de 1972 y sobreseído temporalmente el 18 de mayo de 1972, sale la declaración de José Antonio Mansilla Muñoz que relata estos eventos:

“ Que el día 14 de febrero, alrededor de las 4:30 horas que me encontraba durmiendo en el segundo piso del local fui despertado por unos golpes, al bajar al primer piso me percate que se encontraba lleno de humo, ante esta situación salí por otra puerta a la calle donde constate que la persona que golpeaba era un carabinero. Además en la puerta de entrada al edificio había señales de un principio de incendio. Ante esto, con estos baldes procedí apagar el fuego. Hago presente que no llame a los bomberos ya que se trataba de algo sin importancia”[4].

En el expediente sale que personal del tribunal fue a la sede del PC comprobando que:

“La puerta de entrada del edificio presentaba quemadura propias de fuego. Lo más probable es que los desconocidos hayan arrojado un líquido inflamable y haber prendido fuego. Lo cual no tuvo mayores consecuencias”[5].

Un mes antes del incendio de julio de 1972, se produjo otro ataque a la sede del PC con el mismo método, que fue sofocado por militantes comunistas que evitaron una desgracia.

Posteriormente circularía en la ciudad la versión que implicaba a miembros de Patria y Libertad en el incendio del 21 de julio. Rosa Arauz[6], militante comunista el día anterior había escuchado al entrar a comprar un cuaderno en la librería embajadores que estaba en la actual calle Antonio Varas, una conversación. Los miembros de esta organización de extrema derecha, un bombero de nombre Gaete y un militar retirado S. Tribiño que después del golpe militar sería reincorporado a las fuerzas armadas, estaban hablando entre ellos de que tenían que atentar contra el local comunista. La mujer a mediodía partió a la sede del PC para contar lo que había oído, pero no le hicieron caso ha sus palabras. En la mañana del 21 de julio cuando Rosa Araos paso por el local comunista quemado, vio a Gaete, apagando los últimos vestigios del fuego, y lo fue a encarar culpándolo por el siniestro, él quedo callado y no dijo nada[7].

Después del golpe militar del 11 de septiembre de 1973, en el presidio de Chin Chin, un prisionero político, tuvo una conversación con un vecino que estaba preso por delitos comunes en esos días, en el tercer piso del presidio. Este se llamaba Edgardo Villegas alias Chulin, que le reconoció su participación en los hechos. Según su versión este atentado fue cometido por dos personas contratadas para tal efecto por miembros de Patria y Libertad e instruidos por el abogado J. Brahm. El incendiario fue provocado en la puerta del primer piso del local comunista con un derrame de bencina y paños de huaipe para acelerador el fuego. Nunca esta y las anteriores afirmaciones fueron investigadas y corroboradas en el proceso criminal[8].

No podemos dejar de consignar un antecedente llamativo. El 30 de mayo de 1972 se produjo incendio de la sede PC de Coyhaique. Según la prensa de la época fueron detenidos dos personas por el fallido atentado de Coyhaique confesando ser de Puerto Montt donde fueron contratados por importantes personeros de derecha para ejecutar tal acción[9].


[1] Salazar, Manuel, Chile: 1970-1973, editorial sudamericana, Santiago, Chile, 2003, p.37.

[2] Huaipe: Resto de genero cortado ( lino o algodón ), que lo usan tanto mecánicos como pintores, para limpiar motores y parte de vehículo que se empapa en grasa, aceite, bencina y petróleo. Para ser incendiario se impregna con cualquier elemento combustible y se le prende fuego.

[3] Diario “ El Llanquihue”, 12 de julio de 1972.

[4] Expediente rol 810 de 1972 del Segundo Juzgado de Letras de Puerto Montt, archivo judicial conservador, Puerto Montt.

[5] Idem.

[6] Entrevista con Rosa Arauz, 5 de octubre del 2005.

[7] El proceso apareció un hombre de apellido Oyarzo, implicado en el incendio tampoco se investigo con cuidado.

[8] Jaime González Vera, 31 de mayo del 2007.

[9] Diario El siglo 22 de julio de 1972.

El velatorio de las victimas

En horas de la tarde del 21 de julio de 1972, los cadáveres de la familia Mansilla, fueron trasladados al ex hotel plaza, inmueble fiscal, ubicado en esos años en pleno centro de la ciudad, frente a la plaza de armas. Allí se erigió una capilla mortuoria donde serían velados. Centenares de trabajadores pasaron por la capilla hasta el día de los funerales, mientras militantes comunistas y miembros de la Central Unica de Trabajadores hacían guardia junto a los féretros, mientras que autoridades y dirigentes políticos mostraban su profundo pesar por lo ocurrido.

Diversas instituciones adoptaron acuerdos ante los trágicos eventos. El Partido Radical convino en enviar una representación de su partido “ para presentar las condolencias al partido comunistas y entregar una corona de flores”. En una reunión extraordinaria la Directiva Provincial de la Agrupación Nacional de Empleados Fiscales de la Provincia de Llanquihue ( ANEF) expreso que se haría “ representar en los actos de los funerales y comisionar al presidente ANEF provincial para que hable en su nombre de los empleados fiscales”. Por otra parte el Comité de Unidad Popular de INDAP presento “ sus condolencias al partido comunista a honor de su directiva regional, del cual era militante don Antonio Mansilla”[1]. Posteriormente la Central Unica de Trabajadores local expresaría por la perdida de su integrante Antonio Mansilla en un inserto en el diario “ El Llanquihue” en el día de su exequias, las siguientes palabras:

“ Estuvo en todas partes y nunca puso dificultad a nadie. Honrado, trabajador y un ejemplo de hombre de hogar. Nunca se creó problema para hacerle un servicio al que se lo pidiera. La Central Unica de Trabajadores, además de perder un dirigente, pierde un valor. El lunes, cuando se reúna el consejo de la CUT, ya no estará Antonio Mansilla, pero estará la bandera enlutada que lo representará a él en cada paso que de todo trabajador de esta provincia. Los trabajadores de la provincia exigimos y tenemos confianza en que los criminales serán encontrados por los órganos correspondientes y solicitamos desde ya para ellos, la aplicación del rigor máximo de la ley. Hoy marchamos junto a ti, Antonio, para despedirte en el cementerio y que los trabajadores nunca se olvidarán de tu perdida”[2].

El sábado 22 de julio de 1972 llegarían los expertos de la policía técnica de Santiago. En la mañana se abocarían de inmediato a practicar investigaciones en el sitio del incendio en calle Rengifo, donde perdieron la vida las tres personas. El intendente de Llanquihue Oscar Ramos los acompaño. Se procedió a remover parte de los escombros en procura de encontrar vestigios que pudieran determinar el origen del siniestro. La policía trabajo todo ese día en aquella zona. Igualmente se efectuaron interrogatorios para recabar más antecedentes del incendio, guardando un absoluto silencio de sus resultados.



[1]Diario “ El Llanquihue”, 22 de julio de 1972.

[2] Diario “ El Llanquihue”, 23 de julio de 1972.

El funeral

Imagen del velatorio de las victimas



A las 16:00 horas del domingo 23 de julio de 1972, partía el cortejo fúnebre con los restos de la familia Mansilla desde el ex hotel Plaza. Una multitud de acongojados puertomontinos los acompañaba. Los féretros fueron trasportados en cureñas cubiertas de flores, conducidas por militantes del partido comunista. Jóvenes de esta colectividad, perfectamente uniformados, escoltaron el cortejo gritando consignas, rodeados por numerosas banderas rojas y estandartes de las colectividades de la Unidad Popular. Entre los que iban acompañando el funeral estaban el intendente Oscar Ramos, los dirigentes nacionales y locales comunistas, directivos de la UP y de la CUT.

En su recorrido la columna fúnebre se detuvo frente a los escombros de la sede del PC en calle Rengifo, haciendo un minuto de silencio por las victimas. Al pasar frente al local de la Central Unica de Trabajadores, se repitió la escena, como homenaje a Antonio Mansilla.

Después de cruzar el centro de la ciudad lentamente el cortejo penetro en el cementerio general. En este camposanto, sobre la marquesina de nichos en construcción, se ubicaron el obispo de Puerto Montt, Monseñor Jorge Hourton; el senador y representante del comité central del partido comunista Jorge Montes; los diputados socialistas Luis Espinoza y Hernán Olave, dirigentes locales de la Unidad Popular y de la Central Unica de Trabajadores.

El primero en hablar en el cementerio fue Moseñor Hourton. A nombre de la iglesia católica se refirió a la solidaridad que une a los hombres ante la desgracia, rompiendo las barreras entre creyentes y no creyentes. Inmediatamente imploro la misericordia de Dios para la familia Mansilla.

Posteriormente hicieron uso de la palabra Reinaldo Martínez, dirigente de la CUT; Raúl Sepúlveda, a nombre del comité regional del partido comunista; el diputado Luis Espinoza, a nombre del comité central del partido socialista; Antonio Ruiz, en representación del comité político de la Unidad Popular provincial; Dagoberto Schencke, del partido radical y el senador Jorge Montes en representación del comité central del partido comunista. Estos oradores destacaron la trayectoria de dirigente sindical y militante comunista de Antonio Mansilla. Al mismo tiempo reiteraron las denuncias en el sentido de calificar de atentado criminal el incendio en que pereció la familia Mansilla. Jorge Montes, senador del PC dijo que “ no pasarán muchos días antes que los culpables sean aprendidos”, enfatizando que los antecedentes que obran en su poder indicaban que el siniestro no fue casual.

Finalmente, mientras los presentes entonaban “ La internacional”[1] , las tres urnas fueron depositadas en los nichos para su descanso eterno.

El proceso criminal continuo. En su informe bomberos no pudo determinar la causa del incendio[2]. La policía de investigaciones de Santiago determino, se cuenta, que fue intencional el siniestro y que en la puerta del local del PC se empleo un material inflamable para iniciar el incendio. A comienzos del régimen militar en 1973 fue sobreseído la causa, sin encontrar los responsables de esta tragedia.

Sombras en Puerto Montt. No se puede construir una verdadera historia de la ciudad, sin considerar todos sus procesos sociales. La violencia política, es la acción de un discurso de orden, para establecer el escenario social que desee, en que el relato ideológico penetre el espacio publico, dividiendo y clasificando la sociedad. Toda la información, conduce a pensar que el incendio de la sede del PC fue provocado. No hay nada que haga creer que fue un infortunado accidente. Lo que si uno puede afirmar es que en el proceso criminal, no se llevaron acabo todas las dirigencias esperadas, por ejemplo nunca se entrevisto a Juan Fernando Arias, sobreviviente del incendio, profundamente acreditado por la prensa de la época. Fue ¿ Patria y Libertad? , sus agresiones anteriores contra los comunistas lo señalan como el principal sospechoso. Esta organización de extrema derecha tenia la capacidad y los motivos ideológicos para atacar la sede PC. Su política de miedo y desestabilización de la Unidad Popular, eliminando al enemigo político del espacio físico de la urbe, invadiendo con su presencia las calles cuadran con esa intención. Aquella que haría brotar el horror el 11 de septiembre de 1973, con la dictadura militar y la imposición del modelo económico neoliberal en el país.

Pero que nos dice también este incendio. Nos habla, de las forma de organización y división del espacio social de una de las expresiones históricas de los intereses de la clase obrera puertomontina, como es el caso del partido comunista. Detrás de ese escenario, hay fenómenos sociales de fondo, la proletarización que vive el campesinado que emigra a la ciudad en aquellos años y que va asimilando las formas de vida de la ciudad y crea una conciencia de resistencia, organizándose para crear un discurso desde las bases sociales, lejanas a las relaciones de la dirigencia política de izquierda con su coqueteo con las estructuras políticas burguesas que desean cambiarlas adhiriendo al proyecto antiimperialista y de lucha para una economía nacional no dependiente del capital extranjero que significaba la UP. El proletario se quedara en la ciudad. Más tarde sufrirá la violencia organizada desde el poder militar, participara en la ilusión del ritual electoral donde marcara el nombre de los lideres, sin participar del poder y terminara recorriendo el mall ya no unido con otros, sino disperso, en su trabajo, devorando las ilusiones que el mercado programa. Sin embargo, no abandonara la ciudad por que es parte de él.

Antonio Mansilla esta atrapado en la memoria. Su lucha sigue. Aquella que busca el poder popular, marcadas con los nombres trasparencia, participación, igualdad y verdad.

Fin del estudio


[1] Internacional: himno internacional de la clase obrera y de los partidos comunistas del mundo. El texto fue escrito por el poeta comunero francés E. Pottier en 1871, publicado en 1887, y la música se debe al compositor francés P. Degeyter en 1888. Fue interpretado por primera vez en 1888 por obreros de Lille en Francia. Breve diccionario político, editorial progreso, Moscú, URSS, 1980, p.243.

[2] No se puede dejar de apuntar que muchos testigos de los sucesos afirmen que entre los bomberos habían muchos elementos de Patria y Libertad.